Desde el inicio de la pandemia del COVID-19, la Junta Monetaria y el Banco Central han liberado más de RD$100,000 millones de pesos para que las entidades de intermediación financiera accedan a esos recursos para préstamos nuevos y refinanciamientos a sectores productivos claves en la dinamización de las actividades económicas. Estos fondos se han canalizado a través de la liberación de recursos de encaje legal de las entidades de intermediación financiera y Repos hasta 90 días (renovables por 1 año) a una tasa de interés de 5.0% anual, utilizando como garantía títulos de deuda pública y del Banco Central.
El monto colocado está distribuido en Comercio y MIPYMES (RD$69,344.1 millones); Hogares (RD$26,546.2 millones); Manufactura (RD$17,199.8 millones); Construcción, incluyendo préstamos interinos (RD$12,321.3 millones); Turismo y otros servicios (RD$8,350.9 millones); Exportación (RD$6,384.2 millones); Agropecuario (RD$5,036.9 millones); Salud (RD$3,373.4 millones); Hipotecario (RD$1,559.7 millones); según se ilustra en el gráfico siguiente:
Adicionalmente, el pasado año la Junta Monetaria autorizó provisión de liquidez en moneda extranjera por un monto de hasta US$622.4 millones, de los cuales US$400.0 millones corresponden a Repos de hasta 1 año a tasa de interés de 0.90 % anual y US$222.4 millones por medio de liberación de recursos de encaje legal, de los cuales se han colocado unos US$84.1 millones, quedando aún disponibles un monto de US$538.3 millones.
A pesar de la liberación de estos fondos por parte de la Junta Monetaria y el Banco Central, el principal sector productivos no han sido beneficiados con estos fondos, nos referimos a las Mipymes. Es cierto que de esos fondos RD$69,344.1 millones han sido destinados al sector comercio y Mipyme, pero el 61% de esos fondos fue destinado a las grandes empresas del sector comercio, mientras que el 39% fue destinado al sector Mipyme, esto a pesar de que este sector representa el 98.1% del tejido empresarial a nivel nacional.
Debido a esto, la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), ha sugerido al gobierno aunar esfuerzos con las autoridades para lograr el diseño e implementación de un fondo de garantía. La implementación de Fondos de Garantía representa un mecanismo de impulso al crédito bancario, principalmente para sectores como las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES), en momentos en que debe ser prioridad, junto a la salud, la preservación de empresas y puestos de trabajo.
Los Fondos de Garantía para el Crédito (FGC), son mecanismos a través de los cuales una tercera parte, externa a la transacción, conocida como el garante (en este caso el Gobierno), promete pagar al acreedor (las Entidades de Intermediación Financiera (EIF) todo, o parte del crédito, si el deudor cae en incumplimiento de sus obligaciones.
En ese sentido, el pasado mes de marzo la presidenta de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), Rosanna Ruiz, afirmó el impulso de un modelo de riesgo compartido entre los sectores público y privado (garantías parciales), lo cual mitiga el riesgo moral.
En un documento de prensa, señaló que “en medio de la actual crisis provocada por la COVID-19, el financiamiento a estas empresas se vuelve más crucial que nunca para reactivar las actividades de las MIPYMES dominicanas”, gran parte de las cuales cerró operaciones durante la pandemia y más del 50% ha señalado requiere financiamiento, según datos oficiales.
También se unió a ese llamado, el presidente de la Asociación Nacional de Empresas e Industrias Herrera (ANEIH), Noel Ureña Ceballos, quien apoyó el llamado de la Asociación de Bancos Múltiples de la República Dominicana (ABA), de unir esfuerzos para la implementación de Fondos de Garantía, dirigidos a impulsar el crédito bancario, en especial hacia las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).
Afirmó que el Estado debe crear estos Fondos de Garantías porque está comprobado que se trata de un instrumento efectivo que permite ampliar la capacidad de financiamiento de las Mipymes, a través del sistema financiero, y en todos los países que han logrado desarrollar las micro, pequeñas y medianas empresas ha sido a través de estos.
Sin duda alguna, el gobierno debe hacer un mayor esfuerzo en apoyar el sector Mipyme, ya que estos representan el 98.1% del tejido empresarial a nivel nacional, por ende, es el principal motor que mueve la economía nacional.