Los seguros son para protegernos en caso de que nos ocurra un accidente o siniestro.
Para que las coberturas sean efectivas y no tengamos contratiempos y frustración al momento de utilizarlo, debemos conocer y declarar todas las informaciones que nos solicitan.
Ocultar información a la compañía de seguros es un error que comete el asegurado, para evitar inconvenientes con la aseguradora es preferible no omitir las informaciones que ellos solicitan ya que puede ser visto como un fraude.
Te compartiré algunos ejemplos que son recurrentes en las empresas de seguro y sé que ha escuchado algunos de estos casos.
Simular un siniestro o robo con tu vehículo, hogar o negocio, exagerar un siniestro, no informar el fallecimiento de un pariente para continuar cobrando la pensión, simular la muerte de un familiar directo para cobrar el seguro de vida, ocultar una enfermedad etc.
Para cada uno de estos eventos los seguros realizan un levantamiento y un proceso de investigación pericial para poder identificar la veracidad de los hechos.
Las aseguradoras han identificado anualmente múltiples casos de fraude se estima un 2% anual de intento de fraude y por esa razón invierten cada día en capacitación y nuevas herramientas de control para evitar reducir el riesgo.
En los contratos de emisión, siempre se incluye un acápite que dice; si ocurriese informaciones falsas o manipuladas, la aseguradora puede cancelar de inmediato el contrato sin el pago de la indemnización.
Al momento que sea cancelado el contrato por esa razón, el afiliado no podrá emitir una nueva póliza en esa institución de seguro, dañando su histórico y perjudicando su reputación.
Nuestra recomendaciones: Es que el asegurado ofrezca las informaciones reales y fehaciente del riesgo asegurable, nunca
sobrevaluar los bienes pero tampoco declarar un valor menor al real.
Si tomamos estas precauciones al momento de emitir una póliza de seguro, al momento del siniestro podrás recibir respuestas satisfactorias de acuerdo a su póliza asegurada.