Para muchos microempresarios llevar sus finanzas de forma organizada representa un verdadero reto, principalmente porque muchos trabajan de manera informal, pero tener unas finanzas organizadas es determinante si quieres sobrevivir como microempresario. Una de las causas principales del fracaso en las empresas pequeñas es la falta de experiencia financiera y la mala administración. Por eso, recomendamos seguir los siguientes consejos para unas finanzas sanas:

Realiza un Presupuesto de Ingresos y Gastos.

Un presupuesto es un plan de los objetivos monetarios que quieres alcanzar, es decir, los ingresos que tienes previstos recibir y los gastos que prevé realizar, dicho presupuesto puede ser mensual, trimestral o anual. 

Un presupuesto de gastos ayuda a no realizar egresos excesivos que pudieran llevar la empresa a un déficit. Si se realizan los gatos previamente presupuestados podremos tener mayor control de las finanzas de la empresa. 

Los presupuestos de ingresos ayudan a las empresas a ahorrar tiempo y esfuerzo mediante una asignación adecuada de los recursos. La cantidad de ingresos presupuestada se compara con la cantidad de gastos presupuestada para determinar si los ingresos son adecuados.

Siempre debe existir equilibro entre el presupuesto de ingresos y el presupuesto de gastos. Las entradas derivadas de las ventas son las que ayudan a fortalecer el negocio, por otro lado los costos que vienen de inversión, materia prima, gastos de operación, etcétera, no deberán rebasar las entradas para conservar unas finanzas saludables.

No mezcles las finanzas de la empresa con las finanzas personales.

Uno de los principales errores que comenten muchos microempresario es que mezclan las finanzas personales con la de la empresa, si bien esta mezcla puede ahorrarte tiempo a corto plazo, a la larga puede tener consecuencias graves. Cuando un empresario empieza su negocio, puede sentir que es natural tratar los fondos de la compañía y los personales de la misma manera. Esto ocurre incluso más comúnmente cuando hay un único dueño. Y es que piensan que por qué habría que diferenciarlos.

Si mezclas las finanzas no podrás saber cuáles son los beneficios reales de la empresa, por tal razón lo recomendable es que como propietario de la empresa te asignes un salario mensual, y a partir de ese salario cubras tus gastos personales. También es recomendable aperturar una cuenta bancaria para la empresa y una cuenta bancaria personal, además de evitar utilizar tarjetas de créditos personales para gastos del negocio. 

Diferencia los ingresos de los beneficios.

Los beneficios se refieren a la cantidad ganada que queda después de restar todos los gastos que ha habido en un lapso de tiempo determinado. Por otro lado, los ingresos se refieren a la cantidad total generada por una empresa sin descontar los gastos por servicios prestados o productos vendidos dentro de un lapso de tiempo determinado.

Es importante que como microempresario conozcas los gatos de la empresa, de tal manera que una vez que restes los mismos de los ingresos puedas conocer los beneficios reales que se obtuvieron, de esta manera sabrás si el negocio está siendo rentable. 

Reducir gastos.

Como microempresarios siempre deben estar atentos a la reducción de gastos, mientras menores sean los gastos mayores será la rentabilidad de la empresa. Con eso, la empresa podrá tornarse más fuerte en el mercado ya que será más competitiva y tendrá como ofrecer mejores precios a los clientes.

Por otro lado, es esencial tener mucho cuidado en esta parte. Algunos propietarios de negocios procuran reducir gastos y para ello hacen peligrar la calidad del producto o servicio. Si ese es tu caso, es mejor reevaluar tus métodos, ya que la calidad es importante si quieres mantener satisfecho a tus clientes. 

Crea un fondo para imprevistos.

Siempre debes tener un fondo para enfrentar emergencias. Aunque el monto varía dependiendo del tamaño de la empresa, en general se recomienda tener por lo menos el equivalente a 3 meses de gastos de operación como reserva de efectivo.

No dejes de pagar tus impuestos.

No olvides estar al día en el pago de tus impuestos. Te recomendamos seguir las normas muy religiosamente, para evitar tener problemas ante la Dirección General de Impuestos Internos, y así mismo, generar confianza en potenciales clientes y socios.

Si tomas estos consejos y los aplicas en tu negocio, es muy probable que puedas sobrevivir a los problemas principales y construir una base sólida para gestionar y aprovechar las finanzas de tu empresa de manera óptima.